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lunes, 24 de agosto de 2020
martes, 9 de junio de 2020
LA FRUSTRACIÓN
LA FRUSTRACIÓN
DEFINICIÓN
Imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo. Es un
sentimiento de tristeza, decepción y desilusión que provoca esta imposibilidad.
Está asociado al fracaso, los logros no conseguidos y los reveses de las
operaciones mal planificadas.
¿QUÉ ES LA
FRUSTRACIÓN?
Es una respuesta emocional común a la oposición que genera
en el individuo emociones relacionadas con la ira y la decepción, que surge de
la percepción a la resistencia del cumplimiento de la voluntad individual. Cuanto
mayor sea la frustración y la obstrucción a la voluntad, más sensible será el
individuo al conflicto y habrá una mayor sensación de frustración. La causa de la frustración puede ser interna
o externa.
TIPOS DE FRUSTRACIÓN
Una fuente interna de frustración es tener objetivos
contrapuestos que interfieran unos con otros, pudiendo crear una disonancia
cognitiva. Las fuentes externas de la frustración implican condiciones fuera de
un individuo como una negativa a una solicitud o una tarea muy complicada. Las
personas que hacen frente a la frustración externa, suelen desarrollar
comportamientos pasivos agresivos, lo que hace difícil identificar las causas
internas de la frustración, ya que las respuestas son indirectas, y una mayor
propensión al comportamiento sería una agresión directa en la fuente interna
del individuo frustrado.
CAUSAS DE LA
FRUSTRACIÓN
Pueden ser internas o externas. En las personas con frustración
interna puede surgir de un problema del cumplimiento de las metas personales,
pulsiones, deseos, o necesidades, o deficiencias derivadas tales como la falta
de confianza o temor a situaciones sociales. En las externas suelen ser metas
muy complicadas o imposibles de realizar.
¿COMO AFECTA LA
FRUSTRACIÓN?
Desencadenando conductas autodestructivas, estados
depresivos, sentimientos de ira, rabia, comportamientos pasivo agresivos,
dejando un desorden emocional en el individuo que lo padece.
SÍNTOMAS DE LA
FRUSTRACIÓN
Estas personas suelen presentar estados de estrés, de
enfado, ansiedad, tristeza y resentimiento. Por regla general, tienden a
victimizarse y a culpar a otros de lo que les pasa. Es frecuente que las
personas más intolerantes a la frustración se rindan antes de conseguir sus
metas. Normalmente, son aquellas personas que se sienten fracasadas como
consecuencia de la pérdida de alguna meta o deseo. La persona también se ve
como un individuo de poco o nulo éxito social. Tiene sentimientos negativos y
desagradables por la estrecha
vinculación con sus expectativas insatisfechas.
VARIEDADES DE LA
FRUSTRACIÓN
Frustración por aproximación, por evitación, por
incompatibilidad y frustración por muro u obstaculización.
LA FRUSTRACIÓN Y EL
APRENDIZAJE
Afectan a nuestro estado emocional y nuestro estado de ánimo
de manera negativa, generando la frustración en nosotros en distinto grado y
tipo. Tenemos cierta frustración innata que es saludable en menor grado para el
aprendizaje. Por ejemplo, las dificultades que forman parte de la vida y los
momentos inesperados. El distinto grado de dificultad en la tarea a desempeñar,
también puede generar frustración y va unida del aprendizaje.
¿CÓMO ENSEÑAR A UN
NIÑO A QUE MANEJE LA FRUSTRACIÓN?
- Evita la sobreprotección y el exceso de permisividad
- Da ejemplos con tu comportamiento o con juegos educativos
- Deja que se frustre
- Evita que vea los fracasos como algo negativo
- Edúcale en el esfuerzo
- Establecer objetivos razonables
- Enseñarle a que sea perseverante
¿CÓMO ENSEÑAR A
JÓVENES A QUE MANEJEN LA FRUSTRACIÓN?
- Pon un buen ejemplo
- Empieza con pequeños pasos que den un ejemplo concreto de lo que quieres conseguir
- Sé paciente
- Ayuda a los jóvenes a que entiendan a aceptar lo que no se puede cambiar
- Subrayar las palabras “horrible” y “terrible”, como una mera cuestión de grado y de semántica y que hay situaciones mucho peores.
¿CÓMO SE COMPORTAN
LAS PERSONAS CON BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN?
Tienen una sensibilidad excesiva hacia todo aquello que les
resulta desagradable. No toleran la incomodidad, los contratiempos, las trabas,
o problemas de difícil resolución.
LA FRUSTRACIÓN
LABORAL
Crea trabajadores rendidos, con la moral baja, con estados
de queja tóxica, y en algunos casos sabotean sus trabajos o hacia la propia
empresa. Toman conductas impropias del puesto de trabajo, reaccionando mal a la
situación.
¿CÓMO TRATAR CON UNA
PERSONA FRUSTRADA?
Ante todo, no lo tomes como algo personal cualquier cosa que
haga o que te diga. No intentes convencerle de lo contrario; no respondas con
agresividad o entrando en estados de discusión. Escúchale y no hagas nada hasta
que encuentres una solución a sus problemas.
CÓMO APRENDER A
MANEJAR LA FRUSTRACIÓN LABORAL
- Toma decisiones correctas
- Ponte metas alcanzables
- Pide ayuda
- Aléjate de las críticas o de los chismosos
- Tómate las críticas de manera constructiva
LA TOLERANCIA A LA
FRUSTRACIÓN
Es aquella conducta que mantiene el individuo en su
tendencia de respuesta en una situación que le va dando sucesivos fracasos en
la obtención de una posible solución. Hay que ser tolerante para vivir en
armonía, aunque las personas no actúen igual que uno mismo y sus respuestas nos
parezcan dignas de equívoco o de error, ya que todos los seres humanos tienen
su propia manera de pensar y de ver las posibles soluciones a los problemas que
les vayan apareciendo. Hay que respetar la diversidad de ideas. Tratar a los
demás como te gustaría ser tratado. Busca lo positivo en las personas aunque
sean muy diferentes a nosotros. Recuerda que quién esté frustrado sacará
siempre lo peor de sí mismo, y eso, hay que tolerarlo y buscar su lado
positivo.
¿CÓMO SUPERAR LA
FRUSTRACIÓN?
El camino que hay que emprender para superar la frustración
es el de la aceptación. Porque de esa manera podrás ser capaz de vivir
intensamente y plenamente lo que te haya tocado vivir, buscando otros caminos
para realizar nuestros sueños, metas, o lo que nos propongamos.
Evitar también las limitaciones o las estrecheces de miras.
Piensa a lo grande y en lo inmediatamente posible. Deja a un lado todo aquello
que nos limite a conseguir nuestros proyectos y cámbialo por todo aquello que
te ayudaría a conseguirlo; es decir: focaliza. Pon la atención, ilusión y todo
aquello que veas que te anima a conseguirlo, armándote de buenas dosis de
paciencia.
Acepta la realidad y la frustración que estés viviendo como
metas para el cambio en el aquí y el ahora; consigue aceptar esa realidad para
cambiarla. La frustración desaparece cuando aceptemos que no todo se puede
conseguir, pero que se pueden conseguir otras vías que me ayuden a ser feliz.
Sentimientos tales como: la aceptación, la comprensión, la tranquilidad, y el
constante cambio hacia mis sueños sin que estos minen tu felicidad en ningún
momento. De manera que algunos caminos o planes que te hayas planteado se
entrelacen: y de esa manera puede que te hayas acercado mucho a tus sueños
hechos realidad, sintiéndote feliz en el camino emprendido, así como poder
conseguirlo, aunque no fuera exactamente tal y cómo lo hubieras soñado o
planeado, en un primer momento. Hay que aceptar que en el camino de nuestra
planificación hacia nuestras metas y sueños, no siempre todo ocurre tal y como
lo queremos, teniendo que aceptarlo y vivir felizmente con el camino recorrido
y vivir felizmente nuestras vidas. A veces cuesta aceptar este camino “truncado”
que se aleja de lo que habíamos pensado o estipulado, pero es que la vida puede
llevarnos a otra manera diferente de vivir, no menos feliz y alejado de lo que
habíamos planteado.
domingo, 17 de mayo de 2020
La otra cara de la soledad.
LA OTRA CARA DE LA SOLEDAD
Es común que la soledad sea vista
como algo negativo y perjudicial. Esto es así porque se asocia con la tristeza,
la depresión y la desesperación. Sin embargo, la soledad tiene una cara
positiva necesaria para el crecimiento personal, que en numerosas ocasiones
pasa desapercibida. Se suele identificar esta cara negativa como universal por
lo que existe en torno a este concepto.
Deberíamos preguntarnos: ¿por
qué, en general se rehúye de la soledad? La respuesta es que son muy pocos los
que encuentran compañía con ellos mismos. La soledad es la mejor vía que nos
acerca a nosotros mismos. Únicamente, cuando estamos solos, con nuestros
pensamientos y emociones somos capaces de conocernos un poco mejor y de saber
apreciar nuestra compañía.
INTROSPECCIÓN
Cuando estamos con otras personas
nos centramos más en su presencia y en el tema de conversación o sobre lo que
estamos conversando. De esta manera pasamos por alto muchas cosas que nos pasan
desapercibidas que si estuviéramos solos. Cuándo estamos solos, observamos
mucho más a nuestro alrededor, nos centramos más en los pequeños y reveladores
detalles. Detalles como países, algo que se dijo, otras personas, elementos, y
un largo etcétera.
Aprender a convivir con uno mismo
y con su introspección es un ejercicio muy importante para conocerse como
persona. Saber disfrutar de nuestra soledad y de la introspección y de la única
compañía de nuestro yo fortalece nuestra autoestima. También nos enseña a
respetarnos a nosotros mismos.
Uno debe conocerse a sí mismo.
Porque, aunque esto no sirva para conocer la verdad, al menos es útil como
regla de vida, y por tanto, nos aporta conocimiento.
Estar solos también nos permite
poner los problemas en perspectiva y analizar con detenimiento lo que nos hace
felices y lo que nos disgusta. Es un paso fundamental para entender nuestras
emociones, sentimientos y actitudes, pero también los de los demás. Algo que
nos ayudará a mejorar las relaciones interpersonales y la empatía.
Ya que, si no sabemos poblar nuestra
soledad, tampoco se sabrá estar sólo en una multitud atareada. Hay que aprender
a dominar la soledad, no que la soledad nos domine a nosotros. Es, sabiduría,
pasar momentos en soledad, conocernos a nosotros mismos y separarnos, de vez en
cuando, del bullicio que supone la compañía constante. De este modo, nos
fortalecemos como personas y crecemos como individuos.
LA CREATIVIDAD
La creatividad es algo que se
desarrolla principalmente cuando se está en soledad. Hay que pasar tiempo en
soledad para trabajar y explotar la creatividad y mejorar el talento personal.
Un escritor que no pase tiempo en soledad, difícilmente podrá trabajar su
talento literario y, en consecuencia, no podrá desarrollar ningún libro. El
proceso creativo se desarrolla sin ningún tipo de compañía. Sin embargo y en
contraposición, hay personas que son creativas en compañía: trabajando en
grupo, con su pareja, amigos o familiares. Y, es que, nuestro talento es
aquello que se cultiva en soledad, y posteriormente, nuestro carácter, en las
oleadas tempestuosas del mundo. Como podemos ver, es un sano ejercicio
intelectual el pasar tiempo en soledad con nosotros mismos.
En el otro lado, está la cara
negativa, que pueden llegar a ser muy grave y perjudicial, pudiendo llegar a
entrañar peligro en el desarrollo normal del individuo. La soledad tiene sus
ventajas, pero también sus inconvenientes; por tanto, hay que aprender a
tolerar dicha soledad.
La soledad es beneficiosa cuando
es voluntaria y tiene carácter temporal. Permite reflexionar con calma,
conocerse, descubrir fortalezas y mejorar actitudes, además, de favorecer el
trabajo artístico. Sin embargo, no hay que dejar que la soledad se apodere de
nuestra vida ni aislarse continuamente por no ser conveniente para nuestra
salud mental.
Hay que saber beneficiarse de la
soledad y que no sea ella la que se beneficie de nosotros en nuestro
inconveniente y que nos perjudique de cualquiera de las formas.
viernes, 3 de abril de 2020
Onicofagia. El terror en tus dedos.
EL TERROR EN
TUS DEDOS
LA
ONICOFAGIA
La
onicofagia es el hábito compulsivo de comerse las uñas ante un estado de
ansiedad producido por el miedo. Generalmente de los dedos de las manos ante una
situación angustiosa o que causa temor de cualquier tipo. Es un tipo de
compulsión. En los casos más graves si no se trata puede agravarse en un
problema emocional. Es un mal hábito que nos lleva a comernos las uñas y que
lleva un problema subyacente a nivel psiquiátrico o psicológico.
Con el tiempo,
puede causar diversas lesiones físicas en los dedos de las manos y en las uñas
mismas. Problemas en los dientes, deformación de la cutícula, infecciones,
formación de hongos o bacterias. En los más graves puede provocar la pérdida
total de la uña o producir daños estructurales importantes.
Se suele dar
esta conducta compulsiva en niños, un 35 por ciento, y en adolescentes
alrededor de un 45 por ciento y en raros
casos, en adultos. Padres con trastornos mentales hacen propenso este trastorno
en el hijo aunque este tipo de conducta tiende a desaparecer en la adultez.
Suele ser un tipo de conducta de aprendizaje en la niñez, derivándolo luego a
otros hábitos compulsivos por desplazamiento: morder el bolígrafo, fumar, mover
el pelo, etc.
¿Te has
preguntado el porqué?
Todas las
personas que se muerden las uñas coinciden en la afirmación de que no pueden
dejar este hábito, no tienen consciencia del trastorno obsesivo compulsivo y no
pueden llegar a pararlo si no es por un gran esfuerzo de voluntad o por un
profesional.
El terror en
tus dedos se produce por este mal hábito y en algunas ocasiones por hechos
externos que tienden a que aparezca: una película de terror o una escena que nos
causa cualquier tipo de temor o de estrés.
Causas de la
onicofagia:
- · Calmar los momentos en los que se encuentran nerviosos, angustiados o ansiosos.
- · Estrés diario y hechos decisivos: una entrevista de trabajo, un examen, etc.
- · Ante una psicología obsesiva que tiende a descargar mediante una compulsión para rebajar la ansiedad.
- · Cambios drásticos en la vida de una persona.
- · Personas que padecen miedo, frustración, rabia, baja autoestima, timidez, obsesiones, perfeccionistas, con tendencia a preocuparse demasiado.
La
onicofagia está considerada dentro del espectro obsesivo compulsivo por ser una
conducta compulsiva. Suele ir acompañado de algún trastorno psicológico paralelo,
tales como la ansiedad, aliviando ese estado el morderse las uñas.
El terror en
tus dedos puede llevar a mostrar unas uñas severamente dañadas y unos dedos
deformados en los casos más graves.
¿Qué se
puede hacer ante semejante trastorno?
Cambiarlos
por hábitos más saludables. Es necesario estar inmerso en un tipo de terapia psicológica
que modifique la conducta por otra menos dañina y le ayude a controlar su
ansiedad.
Entre las más
efectivas están las que llevan al sujeto que porta el terror en sus dedos (el
hábito de comerse las uñas de las manos compulsivamente), a conocer las causas
en este tipo de terapias el porqué le lleva a morderse las uñas y lo que debe hacer
para solucionar y cambiar esta conducta compulsiva. Es posible que detrás de
ese trastorno haya un problema más grave a nivel psicológico o psiquiátrico que
deba ser solucionado.
miércoles, 1 de abril de 2020
Cinedeterrorculto en WordPress.
Hola. Tengo otro blog en WordPress. La dirección res: http://cinedeterrorculto.wordpress.com
martes, 24 de marzo de 2020
Sobre el aislamiento. Salud mental.
EL AISLAMIENTO
El
aislamiento es definido desde el psicoanálisis como un mecanismo de defensa
ante la neurosis obsesiva. Consiste en aislar una manera determinada de
comportarse, un pensamiento, una idea, una relación o cualquier conexión en el
pensamiento que se vive como peligrosa y de miedos infundados.
En los casos
más graves se llega a la ruptura de la realidad y del desenvolvimiento normal
del individuo en su vida diaria. Los tipos de aislamientos y sus
manifestaciones van desde las pausas en el pensamiento, fórmulas hechas,
rituales(físicos o imaginarios), todo ello para que produzca una ruptura en la
sucesión temporal de los pensamientos o actos.
Un tipo de
aislamiento sería el de tipo afectivo. El individuo afronta conflictos
emocionales, ante amenazas internas o externas, separando las ideas de los
pensamientos que van trasladando por asociatividad a su contenido, acción y
forma. Se hace una separación general de lo afectivo con lo cognoscitivo,
aunque en el pensar siempre haya una serie de traza o estela de esa afectividad
de la que se pretende huir o maquillar a toda costa. Se podría decir que al
pensar, idear, asociar o relacionar lo afectivo en algo distinto siempre tendrá
parte nuclear de lo afectivo; y que al amar, se amará y se pensará sobre lo que
se ama como una parte de lo amado.
Hay que
cuidar nuestra salud mental ante este tipo de aislamiento y ante el aislarse en
sí y nuestra dificultad para relacionarnos con los demás, de manera general. Porque,
de algunos de ellos se derivan o se relacionan otros tipos de aislamiento que
nos afectan en nuestra vida diaria y crecen en magnitud. Por ejemplo: el
aislamiento social.
Como
especie, somos seres sociales. Y el tipo de aislamiento social puede ser por
parte de una persona con el mundo y su entorno, o que la sociedad lo excluya
por determinados comportamientos censurados y excluyentes entre sí.
Generalmente, y cada caso es un caso, se dan en personas con carácter
problemáticos en la vida social en común; a otros hechos derivados, como la
dificultad para hacer amigos; rasgos decrecientes de su personalidad, como la
timidez. Todo esto trae a nuestra consciencia sentimientos y sensaciones de
aislamiento.
Este tipo de
personas suelen tener un sentimiento de valoración muy bajo. Se infravaloran.
Aparecen en ellos con mucha facilidad un sentimiento de inferioridad ante los
demás; son tímidas o temerosas a actos en público o en privado ante un grupo
pequeño de personas e incluso en sus relaciones de pareja.
Poseen baja autoestima.
Poseen baja autoestima.
Sus
pensamientos siempre van en la misma dirección: no gusto a los demás, no soy lo
suficientemente bueno, no destaco, no lo conseguiré, no soy apto, no pudo
hacerlo, y todo ello abocado a una carencia de algo que los otros, en su
pensamiento, sí tienen y en su justa medida o en exceso, por comparación
consigo mismo.
Todo esto le
lleva a la persona a alejarse de manera involuntaria. Suelen ser juicios
negativos sobre su persona, e inconscientemente dirigidos a autoexcluirse,
retrotraerse y quedarse en la más absoluta soledad posible o con un grupo de
personas que lo aceptan tal y como es y no dejan en “evidencia” sus “sentimientos
de inferioridad e infravaloración”. Esto le lleva a quedarse en su zona de
confort y no sociabilizar con los demás. Derivado de un juicio, que en rasgos
generales, suele ser subjetivo con su zona de confort y las personas de su
entorno más cercanos que les acepten: la familia, amigos del mismo rasgo de
personalidad y caracteres.
Todo esto se
puede dar en cualquier etapa de la vida. Desde la niñez, hasta la vejez.
Cualquier etapa de su vida puede verse afectada. Aquí, hay que hacer una
distinción: están los que son tímidos, retraídos, o con tendencia a aislarse
porque son así y los que se aíslan por un hecho traumático. Condiciones de
abusos en la infancia, condiciones de crianza anormales, haber sufrido maltrato
de algún tipo: bullying, acoso moral, ciberacoso, malostratos, hechos muy
traumáticos que no se han podido superar. Además, estaría la sobreprotección de
los padres como timidez de carácter que le impidió relacionarse con gente de su
edad.
Hay que
destacar que la timidez de personalidad también puede venir subyacentes de un
accidente médico o de cualquier minusvalía o incapacidad física, mental o
psicológica. Algo que les imposibilite salir, relacionarse con los demás de
manera sana y tolerante, obligándoles a apartarse de los demás y de las
actividades normales que vengan desempeñando: trabajar, salir, practicar
deporte. Este tipo de personas que se
aíslan por un problema médico derivado del nacimiento o de un accidente,
desarrollan este tipo de problemas psicológicos, de comportamiento y
determinados trastornos de personalidad por su incapacidad para llevar a cabo
una vida sana y de plenitud.
Y es que el
aislamiento social se vive como una fuerza que no te permite ir más allá de
unas posibilidades que de ser reales por una incapacidad física no puedes
realizar, y las que son de carácter y de personalidad sin traumas, porque son
así. Los traumáticos también lo vivirían y se podría considerar como un tipo de
incapacidad psicológica al respecto que, lejos de ser una evidencia física por
algún tipo de accidente médico o nacimiento, lo han vivido por heridas
emocionales y psicológicas que no han sanado.
En algún
momento de nuestras vidas hemos sentido
la necesidad de estar solos. De tener nuestro espacio, de vivir al margen
durante una temporada, y nos alejamos en consecuencia de quiénes nos rodean. Es
algo totalmente normal.
El problema
viene cuando todo se traslada a la vida normal y se hace un hábito, más que
algo puntual y de cierto interés personal. Cuando dejamos de mantener todo tipo
de relación con el exterior es cuando debemos de empezar a preocuparnos si se
hace de manera ilimitada.
Esa
situación merece nuestra atención. Ya que estamos ante un estado de aislamiento
social.
Porque, aquí viene una palabra que levanta asperezas: depresión. Este tipo de personas, también se aíslan de manera involuntaria aunque lo hagan de forma voluntaria, debido, a una enfermedad psicológica y mental.
Porque, aquí viene una palabra que levanta asperezas: depresión. Este tipo de personas, también se aíslan de manera involuntaria aunque lo hagan de forma voluntaria, debido, a una enfermedad psicológica y mental.
Esta
enfermedad imposibilita la relación normal con los otros, y hace, que los
sentimientos de infravaloración, timidez, pena, nostalgia y sensación de
aislamiento sea visto como algo “normal”. La falta de seguridad y de
autoestima, que la tienen muy baja, hacen que se aíslen y no puedan superar las
condiciones de barrera de su aislamiento.
Además, de acercarse o verse seducidos por personajes con trastornos
mentales similares al suyo o que sufran estas condiciones de aislamiento.
Desarrollan problemas de aprendizaje, problemas de relaciones sociales, problemas de atención, y en la toma de decisiones. Tanto los que padecen y sufren la depresión, como los que se aíslan por incapacidades físicas y mentales de un accidente o por nacimiento a nivel médico, como los que son así de personalidad por traumas en la infancia o por traumas en el desarrollo de su vida diaria.
Desarrollan problemas de aprendizaje, problemas de relaciones sociales, problemas de atención, y en la toma de decisiones. Tanto los que padecen y sufren la depresión, como los que se aíslan por incapacidades físicas y mentales de un accidente o por nacimiento a nivel médico, como los que son así de personalidad por traumas en la infancia o por traumas en el desarrollo de su vida diaria.
Esto se debe
a que nuestro cerebro necesita los estímulos adecuados del entorno. Si no los
recibe, cae en una curva decreciente que facilita la depresión, además de
nuestra autoestima. Es muy fácil, de esta manera verse envuelto en una
situación de aislamiento social.
Los consejos
para salir de esta situación, en el caso de que no sea necesaria la ayuda de un
profesional, son reanudar o activar los círculos sociales en los que la persona
se sienta cómoda y de manera gratificante para su ánimo. Es básico el abrirse a
nuevas experiencias, salir de la zona de confort, tener gente adecuada, que te
pongas metas, situaciones nuevas y que experimentes la soledad de manera
esporádica si no puedes evitarlo.
Experiencias
que obliguen a salir de casa, a interaccionar con otras personas y que rompan
ese aislamiento social, a pesar de que los principios sean complicados. Puede
parecer complicado al principio y que resulte difícil o que no haya ningún tipo
de estímulo; sin embargo, cuando salgas de la zona de confort y rompas ese
aislamiento te sentirás mejor contigo mismo y con lo que te rodea. Si eres
tímido, estás en depresión o eres también antisocial, la baja autoestima y la
depresión o estos rasgos de carácter y personalidad te harán sentir mal, pero
es parte de un proceso que ayuda a romper el confinamiento del aislamiento
social.
El
aislamiento social es un círculo vicioso de aislarse y no salir de todo aquello
que nos aisla de la sociedad y de relacionarnos con nuestros semejantes.
Querrás evitar el contacto, el estar solo te hará sentir mejor, pero es un
proceso tóxico que te evita de hacer que salgas de ese aislamiento.
Ese tipo de
aislamiento social puede ser la motivación de algo más profundo en nuestra personalidad.
Hay que indagar para saberlo de una manera más clara. Para disfrutar de tu vida
y ser feliz. Todos nosotros tenemos la necesidad social de interactuar y
relacionarnos con los demás. Averígualo: ¿me aislo por timidez? ¿por vergüenza?
¿por inseguridad? ¿por una discapacidad
física o mental? Todo ello es fruto de los pensamientos que están
haciéndose en nuestra mente, además de experiencias pasadas que hemos vivido y
que nos hemos creído como irrefutables.
Otra
variante sería la tecnología en el aislamiento. La tecnología facilita el
aislamiento extremo ya que la barrera con el otro se difumina y aparece el
elemento tecnológico. Gracias a todo ello, el aislamiento social se puede
producir para casi todo: comprar, ver una película, salir de casa, ir a un
concierto… se puede hacer todo a golpe de click.
Pero todo
esto no es positivo. La tecnología se puede usar adecuadamente, pero su
magnitud nos ha hecho que nos aislamos de una manera colectiva. Además de
radicalizarse en los tipos de personas que se aíslan de manera natural.
El
aislamiento social deja de lado al mundo y a los otros. Es una manera de
desconectar para algunos no de manera temporal, sino de una manera generalizada
como entender la vida y vivir sus vidas de ese modo. No quieren relacionarse,
no se relación con el otro, evitan situaciones que les lleven a relacionarse
más.
Tienen miedo de presentarse al otro; se deprimen, y dejan de lado todo aquello que les posibilite una mejor calidad de vida.
Tienen miedo de presentarse al otro; se deprimen, y dejan de lado todo aquello que les posibilite una mejor calidad de vida.
Así pues,
evitar el aislamiento social de manera generalizada en nuestras vidas es una
manera saludable de vivir. Cuida tu salud mental con hábitos, prácticas y
metodologías que eviten el aislamiento social o lo reduzcan todo lo posible.
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